El Ayuntamiento de Güímar instaló cámaras de vigilancia en la zona de los barrancos en que se encontraban las extracciones de áridos. El objetivo es evitar que tal área continúe siendo el vertedero ilegal e incontrolado de residuos y escombros en que se estaba convirtiendo desde que cesara la actividad de las empresas areneras. De hecho, la eficacia de la medida es tal que ha permitido detectar y sancionar a cinco personas que han infringido la ordenanza municipal de basura.
La Concejalía de Medio Ambiente informó ayer de que las multas impuestas a los presuntos infractores que aparecen en las cámaras de videovigilancia oscilan entre los 750 y los 1.500 euros. Al mismo tiempo, explicó que el infractor debe encargarse de la retirada total de los vertidos depositados de forma ilegal.
El concejal de Medio Ambiente, Antonio Díaz, dijo que desde el cierre de las canteras por la prohibición definitiva de la extracción de áridos en el municipio, los barrancos se han convertido en una zona de escaso tránsito, situación que aprovechan los infractores para efectuar el vertido ilegal.
Es por ello que desde el ayuntamiento han decidido incrementar el número de cámaras, al tiempo que están llevando cabo, en colaboración con la Policía Local, una campaña de vigilancia en los puntos donde existe una mayor afluencia de vertidos ilegales. El objetivo es disminuir o erradicar el vertido incontrolado que sufre el municipio casi a diario.
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