Y si no fuera por estos días su calendario de presentes pasaría sin pena ni gloria desde Navidades hasta su cumple y viceversa. Y se niega. Es un modo de cultivar la relación. ¿Que no debería haber un día específico para los enamorados? Totalmente de acuerdo. Pero, señoras, ¿a que a ninguna de ustedes les hacen regalos todos los días? Pues eso.
Y puestos a regalar, señores, no valen los regalos Homer. Es decir, los autoregalos disfrazados de detalles para la partener. Se explica, ésos que uno regala a la pareja para compartirlos o, incluso, disfrutarlos en solitario. Como aquel disco que hacía tiempo que nos queríamos agenciar o aquella novela de la que tanto habíamos oído hablar. Si se opta por el regalo Homer, debe haber unos mínimos. Si se compra un CD debemos cerciorarnos de que, al menos, el destinatario conozca al cantante, banda, intérprete o similar. Si no, no vale. No cubre el expediente. Es como no regalar nada.
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