Como es tradición desde hace siglos, ayer, coincidiendo con cada segundo domingo del mes de febrero, tuvo lugar la peregrinación al sitio histórico de Chinguaro, lugar que fuera morada (auchón) del mencey Acaymo y al que los aborígenes trasladaron la imagen de la Virgen de El Socorro que encontraron en la playa de Chimisay.
A las 7:30 horas fue oficiada la misa en la parroquia matriz de San Pedro Apóstol, a cuyo término partió la comitiva hacia el barranco que da nombre al sitio histórico de Chinguaro. Allí tuvo lugar otra eucaristía, presidida por el vicario general de la Diócesis Nivariense, Domingo Navarro Mederos, antes de que los 300 asistentes, según los datos oficiales, participaran en lo que también es ya una tradición: el desayuno de hermandad.
La veneración de los güimareros por la Virgen de El Socorro, Alcaldesa Honoraria y Perpetua del municipio, se refleja cada año en dos momentos, especialmente: la fiesta de ayer y el 7 de septiembre, día en que tiene lugar la romería más ancestral de Canarias, según los eruditos.
Los actos de ayer tienen un componente más emotivo y local que los del noveno mes del año. Los peregrinos del segundo domingo de febrero acuden llamados por el fervor, casi exclusivamente, si bien cada año aumenta el número de asistentes a esta fiesta.
Chinguaro se convierte ese día en el punto de encuentro de los güimareros que no olvidan sus raíces y que quieren mantener vivas sus tradiciones. La restauración del lugar que promovieron Obispado, Cabildo y ayuntamiento está contribuyendo decididamente a que ello sea posible.
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